miércoles, 16 de julio de 2014

Castilla y León: Tomás Toral

El maestro de Villaornate, Tomás Toral, la maestra, Emilia, el cura, Eduardo Murciego y los alumnos

Alcalde y maestro de Villaornate. 

«Al maestro le vinieron a detener a la escuela y nos dijo que recogiéramos y volviéramos para casa, que en unos días volvería y hasta hoy», afirman antiguos alumnos del maestro de Villaornate, Tomás Toral, detenido el 10 de octubre de 1936 y paseado en Villadangos del Páramo una semana después, aunque la defunción no fue inscrita hasta el 2 de noviembre de 1937.

La pareja de la Guardia Civil le concedió la «gracia» de despedirse de su mujer en la casa que compartían con los suegros en el barrio de La Solana. En el paseillo se encontró con una vecina a quien le dijo: «No todos los ojos lloran el mismo día», relata otra vecina.

Era la segunda vez que el valderense Tomás Toral salía esposado del pueblo desde que se produjo la sublevación militar. El 17 de agosto de 1936 fue detenido junto a Santiago, Abundio y Marcos Fernández por una escuadra de la Falange de Valencia de Don Juan.

En aquella ocasión hubo quien intercedió por ellos y salieron de la prisión coyantina el 20 de agosto. La familia conserva aún la carta de agradecimiento, dirigida a Guillermo Garrido, «por lo caballerosamente, no esperábamos otra cosa, que se han conducido todos ustedes con nosotros».

Tomás Toral tenía 36 años cuando fue fusilado. No llegó a conocer a su hijo. Su mujer, María González Carnero, de Valderas, dio a luz en noviembre. «Mi abuela nunca hablaba del tema y mi padre poca cosa», señala Susanna Toral, nieta del maestro fusilado.

Pero ella, como muchos otros nietos de los represaliados, sí quiere saber. Cuando su padre falleció en el 2003 pasó a sus manos la «carpetita» en la que guardaban algunos documentos que han resultado reveladores para la historia de la represión en el magisterio en León.

Por primera vez, «se acredita documentalmente la participación de la Falange en las detenciones de personas desafectas al nuevo régimen», subraya el historiador Javier Rodríguez. En la «carpetita» se guardaban también dos fotos del maestro Toral con sus alumnos y alumnas de Villaornate.

Las actas municipales también hablan de Tomás Toral. Fue alcalde del pueblo durante unos meses en 1933 y promotor de una biblioteca escolar para los niños y niñas más adelantadas de la escuela de Villaornate. Con las cuotas de los socios protectores se adquirieron libros como El Lazarillo de Tormes, Las Mil y una noches, los cuentos de Perrault, La Divina Comedia, Cuentos de la Alhambra, La Odisea y la Iliada, entre otros títulos.

La nieta de Tomás Toral realizó el Camino de Santiago hace unos años y se propuso dejar unas flores y rezar una oración en el lugar donde estuviera enterrado su abuelo. «Pregunté en el bar y me contestaron que allí no se hablaba de esas cosas, lo que me indignó», cuenta. Pero un hombre le indicó la dirección del cementerio.

«Me gustaría recuperar sus restos, pero el hecho de que se reconozca lo que pasó en un libro de historia, serio, ya me reconforta», comenta la nieta.

Fuente: http://www.diariodeleon.es/noticias/afondo/al-maestro-detuvieron-escuela-nunca-volvio_578288.html

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