lunes, 16 de junio de 2014

Extremadura: José Minero Duque


José Minero Duque

José Minero Duque nació el 18 de julio de 1909 en Higuera la Real. Era herrero de profesión, al igual que su hermano, Victoriano.

José era hijo de Aureliano Minero Minero y Micaela Duque Hernández. Tenía dos hermanos, Victoriano y María Luisa. Victoriano vivía también en Higuera la Real en el momento de su muerte. Según testimonios familiares, Victoriano cayó en una gran depresión tras la desaparición de su hermano José, y nunca se recuperó, muriendo el 21 de junio de 1937. Según algunos testimonios, la fragua de los hermanos Minero Duque se usaba para reuniones de carácter político (sindicatos fundamentalmente).

José hizo el servicio militar en 1930, año del que data la foto adjunta. Se casó el 19 de marzo de 1934 con Adela Hernández Gómez, de Cumbres de San Bartolomé. Según me han contado, se conocieron porque José iba a trabajar a una fragua en el pueblo de Adela. José y Adela tuvieron una hija, Concepción Minero Hernández, mi madre. Concha, como la inscribió su padre en el registro civil, nació el 29 de marzo de 1935 y murió el 16 de febrero de 2003. Nunca conoció a su padre, y nunca supo qué fue de él.

José tenía 27 años cuando estalló la guerra civil. Todos los testimonios hasta la fecha apuntan a que José pertenecía a algún partido de izquierdas y que cuando comenzó la guerra civil, huyó del pueblo para salvarse del avance de las tropas franquistas. Unos dicen que terminó en el frente de Peñarroya, donde perdió la vida: B. C. D. cuenta: “un hombre joven, con una niña de un año y medio, si no dio más noticias, es que desaparecería en el frente.” Otros comentan que probablemente formó parte de la Columna de los 8000, y que sus restos están en Llerena. Según D .C. H., Adela buscó a José hasta que se dio por vencida por la falta de datos, pero todos estaban convencidos de que desapareció en Llerena, pues allí se pierde la pista.

Su mujer, Adela, sufrió el acoso de las tropas franquistas, que la humillaron y asustaron continuamente para que revelara el paradero de su marido. Adela no sabía nada, pero sufrió la violencia franquista hasta que a José se le dio por muerto. Según D. C. H., a Adela llegaron a llevarla a la tapia del cementerio de su propio pueblo, fingiendo que iban a fusilarla para forzarla a hablar; a la vuelta, se cruzaron con otro camión que llevaba a su hermano Faustino Hernández, que sí fue fusilado en la tapia del cementerio.

Otro testimonio habla de una mujer con una niña de un año y medio arrastrada por los pelos en la puerta de su casa para que hablara: “[…] fueron a su casa los falangistas, cogieron un retrato suyo, y sacaron a su mujer con una niña en brazos, tirándole de los pelos” (B. C. D.).

Al desaparecer José, Adela volvió a vivir con su hermana en Cumbres de San Bartolomé, pues eran huérfanas. Al terminar la guerra civil, Adela llevó a su hija Concha a vivir a Huelva, con su tía María Luisa, la hermana de José, pues una señora del pueblo quería que Adela se la diera, y Adela se negó y le pidió a su cuñada que criara a su hija Concha junto a su propia hija (D. C. H.). La vida de Concha transcurrió en esta ciudad hasta su muerte en 2003.

Como nieta de José e hija de Concha, es para mí muy importante ver el nombre de mi abuelo escrito. Su nombre se perdió en el miedo y el olvido y han tenido que pasar setenta años para recuperarlo, pero al fin se ha recuperado. Esto es todo lo que queda de él, su nombre, fragmentos de su vida, pero es lo más importante: su memoria.

Quiero aprovechar este espacio también para darle las gracias a José Luis Rodríguez Rasero, que lleva ayudándome en esta búsqueda desde el principio, a mi primo Francisco José González Minero, por ayudarme a rellenar huecos con sus viajes a nuestros pueblos, a los familiares de José que quedan y han sido generosos al abrirme las puertas de sus casas y de su memoria, y, especialmente, a Francisco Espinosa Maestre, que me ha guiado y ha sido el primero en dejar constancia de mi abuelo.

Autor: Cinta Ramblado Minero

Fuente: todoslosnombres.org

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